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Empresa

Más de 100 años mejorando

Rafael Baró desde el 1912 recoge la más antigua y tradicional forma de fabricación de embutidos. Hoy, con más de un siglo de tradición, se encuentra en fase desarrollo y mejora constante con el compromiso de calidad y servicio enfocados a la fidelización de nuestros clientes, manteniendo la elaboración tradicional de los embutidos. Especializados en embutidos curados y cocidos de carne de cerdo como chorizo, fuet, secallona, salchichón y beicon.

Rafael Baró pertenece al grupo familiar agroalimentario cárnico “Grupacarn” formado por varias empresas del sector cárnico, las cuales desarrollan íntegramente todo el proceso de fabricación, desde la crianza de cerdos, fábrica de pienso, matadero, sala de despiece y el procesado final de elaboración de embutidos. De este modo llegan a nuestras instalaciones carnes de primera calidad, utilizadas para la elaboración de nuestros productos artesanales, atendiendo las máximas exigencias del mercado.

Ofrecemos a nuestros clientes una trazabilidad total de nuestros productos cárnicos, garantizando la calidad y seguridad alimentaria de los mismos. Nuestro capital humano, sensibilizado con la elaboración tradicional de nuestros embutidos y en constante formación, permite la adaptación y reacción de la empresa para la evolución continua ante las exigencias del mercado.

Nuestra flexibilidad, adaptación y colaboración con nuestros clientes nos permite ofrecer un servicio a nivel internacional, a comercios especializados, grandes superficies, empresas de hostelería, distribuidores y al sector industrial de los productos curados.

La marca original de la fábrica Rafael Baró es “La Ampurdanesa”, símbolo de representación de artesanía de las tierras catalanas. Esta fue la marca con la que empezó a comercializarse parte los productos a empresas especializadas y de proximidad. Actualmente se encuentra en pequeñas tiendas de pueblo y para los clientes más antiguos que valoran el origen de nuestros inicios y la tradición.

Más adelante, en 2018 desarrollamos la marca Baró, una marca con una imagen más actual y un referente para poder dar a conocer y poner en valor nuestros embutidos con el nombre de la empresa. Actualmente estamos trabajando para potenciar la marca, especialmente en los mercados europeos.

En Rafael Baró trabajamos día a día para ofrecer los mejores productos adaptados a la situación, el mercado y el tipo de cliente, con el objetivo de satisfacer a cada uno de los consumidores finales. Con el paso de los años, hemos aprendido a adapatar el producto, su sabor, ingredientes, valores nutricionales, formato, envase… para cumplir con las tendencias y las exigencias del mercado.

El conjunto de estas razones nos hace orientarnos hacia el futuro teniendo muy claro dos puntos clave: el constante desarrollo y mejora de los productos para conseguir la homologación de todos los países terceros posibles y tener muy presente la oportunidad de expansión de nuestra marca y productos.

 

Historia

Con más de un siglo de tradición

1867

La familia Baró abre una pequeña carnicería en el pueblo de Cervià de Ter, iniciando la fabricacinón de embutidos tradicionales.

RafaelBaro_Historia_Fabrica_Embutidos

1919

Traslado de la carcinería a un obrador de embutidos en el centro del pueblo.

1930

Construcción del edificio de la empresa de embutidos en las afueras del pueblo.

1950

Se realiza una primera ampliación de la fábrica.

1989

Se incorpora el grupo “Grupcarn” (empresa familiar del sector cárnico).

2002

Segunda fase de ampliación de la fábrica de embutidos.

2015

Inicio de la tercera fase de mejoras y renovación de las instalaciones de la fábrica de embutidos para la internacionalización de la empresa.

2018

Finalización de la nueva instalación de secaderos en la planta Sant Jordi, a 4 minutos en coche de la fábrica. El objetivo de esta nueva instalación es poder ampliar la capacidad total de secado, uno de los puntos más importantes en la fabricación de embutidos curados, un proceso en el cual nos veíamos limitados por el espacio en la planta principal de la fábrica.

2019

Con el éxito de los secaderos en la planta Sant Jordi y con las ganas de seguir ampliando nuestra capacidad de producción, decidimos adaptar una tercera planta en Sobrànigues, situada a 4 minutos en coche de la planta principal y a 2 minutos de la planta Sant Jordi, para instalar secaderos y cámaras frigoríficas. Con la finalización de esta planta, entre las dos nuevas instalaciones, conseguimos aumentar la capacidad de producción en 6000 toneladas adicionales, cosa que nos ha facilitado enormemente el trabajo diario.

Instalaciones

Instalaciones

Flexibilidad, adaptación y colaboración